miércoles, 1 de noviembre de 2017

Fundación Niños de Los Andes

Tengo guardada en mi memoria una típica escena familiar: los papas viendo el noticiero de las 7:00 de la noche y uno entrando y saliendo del cuarto de ellos mientras juega y revolotea por el apartamento. Por cosas de la vida en varias ocasiones me topé con la imagen en la televisión de un señor recogiendo niños en las alcantarillas de esta ciudad (Bogotá), sacándolos y ayudándolos a salir de ese estado de miseria tan doloroso.

Puedo recordar perfectamente el impacto que generaba en mi pequeña conciencia; una mezcla de dolor al ver que otros niños como yo, la estaban pasando muy mal y un sentimiento de profunda admiración a un señor que sin importarle nada estaba entregando todo para ayudar a otros. Entregando su amor, su calor y dándoles una mano para salir de ahí.