Si usted es de los que
cree que no existen las coincidencias en el universo, entonces de pronto le
interesa leer esta historia.
El año pasado asistí a un
evento de la Embajada de Emiratos Árabes haciendo el favor de representar la
organización con quien estaba trabajando durante el 2.018. El evento no tenía
nada que ver con mis funciones de contratista pero accedí a ir dado que tenía
el tiempo y disposición para hacer algo diferente.
Llegue sola, perdida y tal
vez sin entender muy bien en que podría aportar mi presencia en tal evento.
Entré al salón donde había varias mesas redondas de aproximadamente 8 a 10
puestos por mesa y no supe donde sentarme. Rápidamente di un vistazo y recuerdo
a mano izquierda ver un señor y una señora que tal vez me llamo la atención
sentarme ahí.