lunes, 22 de octubre de 2018

¿Ud. trabaja en su Inteligencia Emocional?


Hace un par de meses navegando en la red social de empleo LinkdIn, donde los usuarios muchas veces comparten noticias y artículos con temas de interés para las empresas, encontré que algún contacto mío compartió un artículo que habla de la inteligencia emocional como unos de los factores de éxito para los profesionales de hoy en día.

En su momento lo leí, me gustó e identifiqué mi gusto hacia cierta gente que no necesariamente tiene un coeficiente intelectual muy alto, o miles de títulos, revelando que realmente para mí lo que importa es la persona y su forma de relacionarse con su entorno.


Me pongo a mirar en el mundo en que vivimos y estamos rodeados de gente altamente calificada pero con un dominio de emociones paupérrimo. Lo vemos en políticos, en líderes, en gerentes de compañías…etc, que muchas veces se dejan llevar ciegamente por sus emociones y sentimientos.

Seguramente también he sido parte de este grupo de gente en momentos que no he estado tan centrada en mi vida, pero afortunadamente no es una constante y la maternidad y los años me han asentado y me han permitido observar mis reacciones y también las de otros para tener una perspectiva de mi misma y del ser humano en sí.

Tampoco se trata de querer ser perfecta y tener un control absoluto de las emociones, pero gracias a que me gusta observar puedo ver como la gente con mayor inteligencia emocional suele tener mejor relación con los demás y por ende mayor felicidad personal, ya que como he escrito en otro  post el ser humano necesita y depende de las relaciones con los demás.

Las personas con alto nivel de inteligencia emocional también tienen emociones negativas, pero tienen un mejor manejo de estas cuando aparecen. Estas personas no se enganchan en los obstáculos, se enfocan en los objetivos y en las metas. Dirigen sus conductas a lograr el objetivo deseado.

Traigo un ejemplo, a pesar que no me gusta hablar de política ni de religión, pero saliéndome de mis esquemas, que mejor ejemplo para compartir que nuestro nuevo presidente de Colombia, Sr Iván Duque Márquez, quien aparte de tener una excelente preparación académica y tener suficiente capacidad laboral para ser presidente, lo que me cautivó de este hombre en campaña fue su capacidad para no tomarse las diferencias a manera personal, no carga con las maletas del otro, todo lo contrario, encontré en el Sr. Duque un personaje empático, como si lograra ponerse en los zapatos del otro. Enfocado en su meta, en su objetivo de tener una Colombia unida.

Necesitamos líderes, gerentes, amigos y personas que trabajen en su inteligencia emocional, que podamos tener un poco de conocimiento de nosotros mismos, de nuestros sentimientos, de nuestras emociones para lograr un auto control emocional y de esta manera recorrer un buen camino para cumplir nuestros objetivos y metas.

Que rico ser inteligente y capaz, pero es más valioso aún cuando se logra combinar con la humildad y con las ganas (los objetivos). De nada sirve tener una de estas tres destrezas sola. Una persona inteligente sin humildad o sin objetivos tarde o temprano no sirve. Una persona llena de objetivos y poco humildad e inteligencia probablemente acabe sola o con muy malas relaciones. Y peor aún una persona humilde sin inteligencia y sin objetivos no llega a ningún lado.

Así que a pesar de no acordarme ni del título del artículo que leí, ni del contacto que lo compartió, me encanto el tema pues comparto que la inteligencia emocional es una habilidad que considero que todo profesional debe aprender a desarrollar.


¡Hay que trabajarle, para mañana es tarde!

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