lunes, 27 de mayo de 2013

Feliz dia de la Madre para mi Mama


He querido escribir algo profundo para mi mama para el día de la madre, pero siempre me desvío del foco de ella y acabo escribiendo sobre mi proceso de ser madre y lo que me ha hecho sentir y cambiar mi vida después de tener una hija.

Gracias a que soy madre y únicamente por el hecho de ser madre tengo un concepto totalmente diferente al significado de la palabra MAMA. Efectivamente se cumple el tradicional y tan oído dicho: “Uno no sabe lo que es ser mama hasta que tiene un hijo”.


Anteriormente lo oía repetidas veces en mi casa y pensaba que era una frase mas de todas las que repiten nuestras mamas en su día a día.

Hoy vivo en carne propia la dimensión de ser madre, estar 100% disponible para atender las necesidades de tu hijo, trasnochar para alimentarlo, madrugar a hacer su jugo natural, cambiar tu pinta del día tres veces si es necesario gracias a los chorros de vomito que recibí a diario, agacharse y limpiar el del piso, empacar toneladas de cosas para cada viaje, ser adivina del llanto y comprender que le pasa, manejar sus pataletas…etc. Innumerables cosas nuevas que no hacían parte de mi vida anterior.

Y es ahora cuando entiendo que mi mama también pasó por estas y seguro mucho más en su época donde el hombre no colaboraba en nada. Trato de pensar que sintió y como le fue en su proceso de ser madre, pero solo puedo testificar que todas las mamas han sentido miedo, angustia, incertidumbre y cansancio, entre otras, en este cambio de vida que implica la maternidad.

Por esto quiero dedicarte este escrito a manera de agradecimiento y solidaridad en el más profundo sentir que únicamente nuestro genero de mujer podemos apreciar.

No siento arrepentimiento por haber sido dura en mi adolescencia, no siento arrepentimiento por haberte juzgado, no siento arrepentimiento por no haberte entendido muchas veces, no siento arrepentimiento por muchas cosas, simplemente porque así fue y porque ahora entiendo que es parte del proceso de crecer.

Son cosas que no se pueden cambiar y que veo venir a futuro con mi hija. Simplemente tratare de hacer lo mejor posible como estoy completamente segura que lo hiciste tú.

Por eso hago esta pausa para darte las gracias por tu esfuerzo, que aunque hay veces uno como mujer siente que nadie lo aprecia, quiero que sepas que hoy tu hija menor y ya mayor lo valora infinitamente.

Gracias a tu existencia estoy hoy acá. Físicamente, por razones obvias, sería imposible que yo existiera sin ti. Pero gracias a la formación que me has dado es que soy yo. En especial gracias por tu generosidad, eres una persona generosa en todo sentido, tu disponibilidad para ayudar en lo que necesitamos, en compartir y estar siempre dispuesta a dar.


Te quiero mucho y ojala la vida nos de muchos años más para seguir creciendo mutuamente y compartir nuevos nietos y éxitos que me esperan en el futuro.

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