Estos días he estado
mirando varios jardines para seleccionar uno que sienta que puede ser el más
adecuado para mi hija y debo confesar que me siento un poco abrumada de tanta
información y más que eso impresionada con el miedo que veo en los padres de
familia en los procesos de selección de educación de sus hijos.
Probablemente nosotros
como padres de familia sentimos miedo por repetir algunas experiencias que no
han sido de nuestro agrado en nuestro trayecto educativo, algunas veces por
traumas o emociones negativas que nos dejaron marcados en nuestra infancia.
Cada uno en un grado y en un tema diferente, pero estoy segura que si es así
ningún papá quisiera repetirlo en su hijo.
Me he detenido a mirar mi
propio proceso de educación y aunque me siento a gusto con él, veo que fuimos
educados en un mismo “sistema” con el
cual trabaja la mayoría de los colegios. Ciertas materias son prioritarias y
otras las clasifican como complementarias. ¿Por qué? No sé….. No sé porque
quedan como complementarias si fácilmente estas áreas complementarias muchas
veces pueden llegar a ser la pasión o el rumbo de vida de un individuo. Las
materias prioritarias que yo llamo son aquellas que clasifican en el “sistema”. Son esenciales para el
“éxito”, para tener un buen puesto o trabajo en el futuro. O por lo menos así
lo percibí yo.
Hoy pienso en mi hija, en
su futuro, ¿a que se dedicará? ¿Qué carrera escogerá? Quién sabe, ni en
realidad me importa. Lo único que realmente quiero es que sea feliz, que sea
segura de sí misma y sepa relacionarse con los demás. Por eso no quiero
enfocarme en que sea la mejor, en que sea la más, en que sea la número uno. NO.
Solo quiero que la vida me de la sabiduría para ayudarle a encontrar su rumbo y
camino que decida escoger.
Soy consciente que también
tendrá tropiezos y muchas veces verá borroso el camino, pero no importa, todo
esto es necesario para llegar a un lugar. No hay camino perfecto. Seguramente
su educación será muy parecida a la mía y entrará a un colegio similar al que
yo fui, el cual encaja en el “sistema” que
mencioné anteriormente.
Mi tarea como madre es no
dejarla caer en este enfoque tan cerrado y darle la importancia a cada materia
y actividad para que explore y sienta las áreas por la cual va ir desarrollando
cierta afinidad.
Por eso me atrevo a
compartir esto con otros padres y decir: ¡No Importa! No importa cuál es el
mejor, lo que más importa es nosotros, nuestra tranquilidad y lo que el colegio
brinde que se adecue a nosotros y así poder transmitir a nuestros hijos
armonía, paz y buena energía!
Feliz día.
Malaquiña!! Estoy de acuerdo contigo, pero si hay opciones, mi hijo esta en un colegio con excelentes resultados acádemicos, pero tiene una formación alternativa, motivan e incentivan en lo que el es bueno y lo arrastran un poco en lo que no es bueno para fortalecer sus habilidades y preferencias, entienden que no todos los niños son iguales ni se desarrollan igual. El cole es el Campo Alegre, vale la pena que oigas la propuesta de ellos. Con respecto al jardín a diferencia de mi hijo mayor a mi chiquita la voy a tener mas tiempo en casa (porque yo estoy en casa), no tienen nada que aprender mas que jugar y crecer seguros para poderse relacionar bien, con ella me voy a esperar un rato mas, Me gusta tu blog! felicitaciones! besos
ResponderBorrarGracias mi juli! tan bella! si he oido muy buenos comentarios de ese colegio! En su momento ire a visitarlo!
ResponderBorrarBueno yo tambien veo tu blog! aca voy arrancando! Un abrazo!
No podría estar más de acuerdo. Me acordó a una charla de TED que vi hace años sobre educación. Voy a buscar e link y te lo paso.
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