martes, 11 de junio de 2013

La Nostalgia de mis Viajes en Carro por Colombia

Toda mi vida he viajado en carro, sobre todo los fines de semana que tiene festivo, ya que justifican recorrer una distancia para alejarse de la ciudad y descansar. Debo decir que he disfrutado y me gusta viajar en carro en mi país. Ver los hermosos paisajes que encontramos en Colombia, su colorida vegetación, los prontos cambios de clima, los diferentes olores fuera de la ciudad y junto con una buena música y compañía hace que mi mente se distraiga y me desvíe de la cotidianidad.

Tengo los mejores recuerdos de mi infancia viajando con mi familia a otra ciudad, para ir a visitar a la abuela. No importaban los derrumbes, cuantas tractomulas volteadas, las no anunciadas carreras de ciclistas e innumerables situaciones de última hora que hacían nuestro viaje contar con largas horas de espera.


Fui testigo de folclóricas fiestas en medio de un trancón, cuando la gente prefería tomarse un aguardiente, subir el volumen de su radio y darse una bailadita en plena carretera y así pasar el mal rato. Otros simplemente se bajan, hablan con los del carro de adelante o de atrás, y son amigables con todos. También veo bajar a los padres de familia a ayudarle al niño a entrar al “baño” que claramente no existe, otros personajes cuelgan una hamaca entre el remolque de la tractomula y hasta logran hacer una siesta, pero todos pacíficamente esperan.

Hoy y precisamente en este último año veo como ya no disfruto esto. No sé si el hecho de ser mama tenga algo que ver y me haya vuelto más crítica o simplemente me cuesta más esperar como antes, ya que hoy en día llevo a una niña que tengo que entretener y no dejarla aburrir. En todo caso, me cuesta más.

Me tomo el tiempo para descifrar mi malestar y también acepto que los colombianos, o al menos yo, hemos sido conformistas. Este folclor y estos altos índices de felicidad que tenemos los colombianos no dicen nada. ¿De qué nos sirve tanta felicidad si vemos como algunos políticos y ciertos contratistas nos roban en la cara la plata que hemos aportado en impuestos colombianos honrados para mejorar en infraestructura?

¿Por qué se otorgan concesiones sin estudios/permisos ambientales previos? ¿Por qué al adjudicar una concesión el gobierno  y los contratantes aceptan montos que no van alcanzar y acaban en pleitos jurídicos interminables? ¿Por qué no podemos pensar en grande y hacer carreteras mínimo de dos carriles por sentido? Entiendo que somos un país tercermundista y no podemos contar con el dinero que tienen algunos países desarrollados, pero al menos en los túneles deberíamos esforzarnos en hacer desde un principio otro carril extra. No sé si exista una razón de ingeniería de peso para solamente hacer dos carriles y tampoco sé cuanto se pueden demorar en perforar una poderosa montaña de esta geografía colombiana, pero claramente veo que no es una tarea fácil, ni veo que sea coherente hacerla dos veces. Sería mejor perforar un poco más en una única y sola vez y tener un túnel más grande, que después volver a renegociar la concesión o volver a empezar nuevamente para convertirla a doble carril.

Como cualquier ciudadana del común me duele no poder disfrutar más de mi país y viajar en familia dentro de él, debido al atraso en infraestructura que estamos viviendo. Como muchos otros, añoro el día en que viajar a la costa se pueda hacer más seguido y que desplazarse dentro de nuestras carreteras no implique tanto tiempo y paciencia.

Lo más triste es que no se ante quien quejarme, pero no quiero seguir conformándome con lo que hay, no quiero ver las noticias y ver cómo nos roban nuestra plata sino también nuestras ilusiones. No estoy en la política ni claramente tengo planes de hacerlo, por eso no veo cerca que este grito de auxilio sea oído, pero escribiendo puedo compartir mis sentimientos y quisiera dirigir unas palabras a dos grupos en especial:

Primero, me gustaría preguntarle a los señores ladrones, ¿cómo hacen para dormir tranquilos? Son tan miopes para no darse cuenta que por leyes naturales de la vida, todo se acaba sabiendo. ¿Pensaron que el jugoso cheque que recibieron lo van a poder disfrutar desde la cárcel? Si no es desde una cárcel, porque la justicia no se avispó, ¿realmente creen que lo disfrutaran o más bien se les convertirá en su propio infierno? Claro que será su propio infierno porque su ambición no tiene fin, por eso nunca van a estar en paz. En realidad lo que siento es lástima por ustedes, que bajo llegan. ¿Qué ejemplo les dan a sus hijos? ¿Como quieren educarlos de forma correcta? Tal vez están tan cegados por el dinero y por conseguirlo fácil que ni siquiera piensan en lo que realmente necesitan darles: valores. Que poco tienen ustedes de eso.

Por último a los dirigentes de este país, concesionarios, ingenieros...etc y todo el gremio relacionado con la infraestructura y carreteras del país, por favor hagamos las cosas bien. Que el tiempo, los resultados, los premios y los halagos no sean el fin. Ojala entregaran y delegaran la construcción de nuestras carreteras a empresas serias que demuestren con hechos puntuales buena experiencia en carreteras y no entregarla a algunos grupos nacionales que tienen un enredijo de empresas de papel sin experiencia.

El fin debe ser la excelencia paso a paso, la calidad, las cosas bien hechas, dar lo mejor de ustedes y así ya vendrán los resultados, los reconocimientos y los premios.


Definitivamente es mejor calidad que cantidad. 

2 comentarios:

  1. Buena reflexión Malaca, y que bien llevada de lo personal a lo general. Te felicito!

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  2. Gracias Mario! Me salio del alma, que dolor ver este pais asi! Un gran abrazo!

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