miércoles, 25 de mayo de 2016

No se quien se invento la frase de "Llamar el Ascensor"

Siempre me ha molestado que a la gente se le dificulte tanto el tema de oprimir el botón correcto al momento de “llamar el ascensor”. No sé quién se inventó esta frase de “llamar el ascensor” pero está bastante mal usada.

Si uno está en un quinto piso y necesita bajar y por ejemplo el ascensor se encuentra en la portería del edificio, usted no debe “llamar el ascensor” para que suba a recogerlo, usted debe informar al ascensor a que destino va ir usted, si va a bajar debe oprimir la flecha que baja y no el botón que indica subir o de “llamar el ascensor”.


Yo sé que es una tontería y no tiene gran importancia, pero me sigue impresionando lo difícil que logra ser este tema para tantas personas. Tal vez en un edificio de vivienda no es tan grave pues en su mayoría de veces hay menos pisos que un edificio robusto de oficinas, donde fácilmente alguien puede acabar en el piso 21 simplemente por no saber escoger el botón antes de montarse a un ascensor.

¿Con cuanta gente desubicada no le toca lidiar a uno sorprendida en un sótano porque pensó que iba a subir y el ascensor venia bajando? Tampoco saben interpretar las flechas que indican si el ascensor viene bajando o subiendo, porque seguro les da igual en cual se montan pues habían bombardeado al pobre sistema del ascensor oprimiendo las dos flechas y muy seguramente cada una más de tres veces.

¡Por favor! Es solo una cosa de sentido común, pero parece que no es tan común. ¿Cómo podríamos hacer una educación masiva al respecto? Hoy en día hay edificios bastante modernos que antes de montarse hay que oprimir el piso al que uno se va a dirigir y seguro así no pierde tanto tiempo y se controla el mal gasto de energía, pero la realidad es que estos edificios inteligentes son un mínimo y en nuestro país serán la gran mayoría tradicionales sin que la gente sepa que botón oprimir.

Asi que cuando vea esta situación por favor explíquele a su compatriota vecino cómo se maneja el ascensor.

                                                                        ¡Y Dios mío dame paciencia!

No hay comentarios.:

Publicar un comentario