jueves, 29 de junio de 2017

A Bailar se Dijo

Hace cuatro meses que me dio por meterme a clases de baile y específicamente de salsa. ¿Por qué? No sé. Simplemente estaba teniendo unos picos de exceso de energía en mi cuerpo que sentí que quería moverme y hacer algo diferente en mi vida.

Cuando era pequeña me gustaba bailar y disfrutaba las diferentes actividades que el colegio me ofrecía alrededor del baile. Después en mi época de la universidad no me faltó rumba y fiestas donde pudiera bailar, pero siempre como una actividad más.

Hoy en día siendo mamá y enfocada en otras prioridades había dejado a un lado éste mundo que me atrae, el mundo del baile, donde podemos expresarnos a través de nuestro cuerpo.

Todavía no sé exactamente que me llevó a acabar tan enrolada en este mundo de la salsa y del baile. Llevo muy poco y sé que tengo mucho campo por explorar si decido seguir. Pero siento y soy consiente ahora que bailo nuevamente de los beneficios que me trae esta actividad.

Físicamente he sentido cómo mi cuerpo trabaja músculos que ni siquiera había notado su presencia. Veo como mi elasticidad se reactiva después de décadas de adormecimiento pues  de niña practique algo de gimnasia olímpica. También he notado algo de corrección de postura, aunque debo seguir trabajando en eso, y qué mejor que mi cuerpo quema calorías cada vez que practico mis pasos aprendidos.

Mentalmente sé que el baile me ayuda a desarrollar disciplina, estimula mi memoria y seguro que de trabajar tanto mi lado débil, el izquierdo, se estimula mi creatividad.

Mi Análisis
Una vez más con mi escritura, me detengo, paro, observo. Me observo a mí misma y examino a otros para percibir y extraer ¿Por qué? ¿Por qué bailamos?¿Por qué resulta tan atrayente y cautivador el baile?.

Está comprobado que la gente baila por placer. Que al igual que hacer ejercicio el cuerpo genera endorfinas que son las hormonas que generan placer en el cuerpo, pero muy seguramente de una manera más divertida que en una máquina de gimnasio, y con el privilegio de no caer en una rutina o monotonía que a veces generan estos establecimientos.

Igualmente observo cómo el baile ha cambiado vidas completas, ya sea por beneficios en el cuerpo de una persona que hacen que recobre su autoestima, personas que logran vencer su timidez, personas que dejan una mala vida y encarrilan su vida en una forma positiva o mejor aún quienes logran encontrar pareja en este mundo, ya que el baile es una puerta para quien quiera coqueteo y seducción.

Sea cual sea la razón, el común denominador que veo en todos, es que bailando podemos llevar esta vida de una forma más placentera. Nos permite detener nuestra mente y dejar las preocupaciones a un lado. Ayuda a conectar nuestro cuerpo y nuestra mente en sintonía con nuestro corazón, permitiendo salir a flote esta forma de expresión innata con la que venimos impregnados en nuestros genes.

En conclusión, cuando la gente baila siempre está feliz. Y eso es lo que quiero ahora. Sentirme feliz y ver gente feliz.


¿Bailamos?

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