
Hay momentos que necesitamos
alejarnos para ver las cosas con mayor claridad, para organizar nuestras ideas
y prioridades internas. Tomar distancia en eventos, personas o actividades no
significa que tengamos algo en contra de alguien o de alguna situación, pero es
que hay veces necesitamos recuperar la estabilidad que hemos perdido en momento
difíciles.
A pesar de que estoy convencida
que el ser humano depende de sus relaciones con otros, también necesitamos
momentos de privacidad e individualidad para mantener nuestra propia salud
mental y emocional. No siempre tenemos disposición para compartir nuestras
cosas, no siempre queremos oír consejos que no hemos pedido y no siempre
queremos ser cuestionados.
Hay veces pareciera que la
tecnología y la revolución digital aceleran tanto las cosas que la gente se
acostumbra a recibir respuestas inmediatas, que la tecnología te acerca a todo
el mundo y te facilita tantos procesos que no hay motivo para no responder. ¡Pues
si! ¡Si lo hay!
No sé si sea mi edad que
estoy próxima a subir al cuarto piso, o este año en particular, pero puedo
percibir que ya no me quiero montar en todos los planes, que tampoco le debo
solucionar la vida a nadie, no quiero que me manejen mi tiempo. Me doy cuenta
que hoy aprecio mucho mi espacio personal porque necesito fortalecerme y así
tendré una mejor versión de mi para entregar a los demás.
No es que el tiempo vaya
cambiando, es que con el tiempo vamos creciendo como personas. Me gusta ser
consciente de mis cambios y creo que los disfruto.
Así que mis queridas amigas
(os) solo quiero que sepan que acá sigo, todo bien, pero simplemente hay veces
no estoy disponible.
¡El que entendió,
entendió!
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