Últimamente
he analizado un par de casos cercanos de mujeres a quien veo cómo el exceso de
amor y consentimiento que han recibido en su casa les ha hecho también daño
para llevar su vida hoy en día, en situaciones del diario vivir. Independiente
de la situación actual de cada una y su proceso me han hecho reflexionar y
observar que tal vez otras que han recibido menos toman sus decisiones y
manejan los problemas de una manera mucho más sencilla vs las que han sido tan
consentidas.
En
mi propio caso me puedo incluir y acepto que los cambios fuertes como vivir por
fuera, salirse de casa y la maternidad me han pegado mucho más duro que a
otras. Pero bueno actualmente eso no me preocupa, ya el totazo de la maternidad
lo asumí y estoy feliz, lo que me inquieta hoy es como delimitar ese exceso de
amor que uno siente por sus hijos para no llegar a este “exceso” y terminar en
el error.